jueves, 14 de mayo de 2009

EL PLUMILLA

En la última hoja parroquiana del partido aragonesista (permitidme que me resista a utilizar las mayúsculas iniciales con esta formación) del pasado mes de abril, ha entrado en escena un fichaje estrella, un plumilla traído al efecto para dar un poco de consistencia y trasfondo intelectual a un boletín que hace tiempo se volvió recurrente: críticas y bilis, descalificaciones y anonimato. El problema es que el plumilla no ha podido rescatar con su exposición, sacada de un libro de texto de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas (aquí si hemos de usar las mayúsculas para tan insignie institución), al panfleto del PAR.


Porque una vez que transcribió el texto del libro original, volvió a lo de siempre, aunque hemos de reconocerlo, con una variante. El plumilla no se cortó un pelo, y saltándose el ámbito municipal carga contra sindicatos en una demostración sin precedentes de cuchillada a destiempo e innecesaria y se despide soltando una coz a CHA, para que vean que también se acuerda de ellos, pero los del partido en La Puebla sólo le han dejado espacio para una columna, y la cosa no da para más que un saludo equino.


Querido plumilla, cuando estás en el paro y llega el día 20 de cada mes y no te queda un euro es porque la prestación que te ha quedado corresponde a un salario bajo, porque durante los años de bonanza tu sueldo se engordaba a base de horas extras (fuera de todo control) y dinero en B. Y claro, al empresario del PAR eso le venía de maravilla, pero cuando la crisis nos ha caído encima con toda su crudeza, el señorito cierra (previo ERE para ir tirando unos días) y se pone a reclamar con suma angustia la flexibilización del mercado laboral y el despido libre. Porque así, cuando la cosa vuelva a soplar a favor, abrirá de nuevo el negocio pero trincando más pasta y contratando más barato. Hay que salvar la economía, y qué mejor manera de hacerlo que a costa de los derechos de los trabajadores.


Querido plumilla, cuando estás en paro y llega el día 29 de cada mes y no te queda un euro, donde seguro que no vas es a la sede de la PAR más próxima, porque sabes que te dan con la puerta en las narices. Allí solamente se entra si tienes algo que ofrecer, como todo buen club de mercaderes de favores que se precie.


En fin plumilla, que intentar ejercer la virtud de la caridad con el dinero de los demás es algo que ya no cuela. Si alguien tiene necesidad, donde acude es al Servicio Social de Base, que depende de la Mancomunidad de Municipios y sirve al necesitado tan bien como Cáritas.


Por cierto plumilla, seguramente no habrás ni pedido permiso a Cáritas para meterlos en este berenjenal… y es que cuando se escribe con bilis en lugar de con tinta, pasan estas cosas.