EDITORIAL

Ha pasado un año desde las pasadas elecciones generales y el conejo que el Partido
Popular decía guardar en la chistera para resolver todos los males de España ha resultado
ser un lobo cuyos colmillos se están ensañando con la sociedad española y en especial con
las clases más desfavorecidas. Además, la estrategia diseñada por estos pastores de lobos
pretende hacernos creer que todos los sacrificios que estamos haciendo los españoles/as
son necesarios para salir de una crisis a la que no se le ve el final.
Pero no seamos ilusos y hablemos claro: cuando nos hablan de recortes en Sanidad
Pública, estamos hablando de recortar la esperanza de vida de nuestros abuelos, padres y
enfermos; cuando nos hablan de recortes en Educación Pública , estamos hablando de recortar
las oportunidades de nuestros hijos/as para labrarse un futuro basado en su preparación
académica; cuando nos hablan de recortes en infraestructuras, estamos hablando de
alejarnos cada vez más de la Europa moderna y competitiva del siglo XXI para acercarnos a
modelos subdesarrollados; cuando nos hablan de recortes en gasto social, estamos hablando
de enfermos y dependientes que se quedan sin protección, a su suerte…; cuando nos
dicen que no hay dinero para nada, estamos hablando de que hay menos recursos económicos
que antes… pero que los hay (la cuestión es hacia dónde se destinan).
Es necesario reconocer que el PSOE cometió errores y que hubo políticas que debieron
encaminarse de otra manera; es cierto y ahí está el precio que se ha pagado por
ello, donde debe pagarse, en las urnas. Basta ver el panorama político español para afirmar
que el PSOE ha saldado sus errores políticos con la sociedad sobradamente. Pero no se
puede seguir acusando al PSOE del progresivo y meteórico deterioro que sufre nuestra
sociedad, a César lo que es de César y al PP lo que es del PP.
En el PSOE estamos en pleno proceso de renovación y regeneración. La sociedad así
nos lo exige y la Agrupación de La Puebla de Alfindén es un claro ejemplo de ello. En la
Asamblea del pasado mes de Julio se renovó la ejecutiva dando paso a otros compañeros
que han de llevar un nuevo proyecto al horizonte de 2015. Un horizonte en el que debe
amanecer un PSOE fiel a sus fundamentos: Participativo, donde cada afiliado que tenga algo
que decir sea escuchado; Socialista porque entendemos el Socialismo como la filosofía que
hermana a los seres humanos para que todos tengan igualdad de oportunidades, para que
todos los ciudadanos reciban la cobertura que necesitan de acuerdo a su debilidad, para
que nadie quede al margen del Estado por motivo de raza, origen, estrato social o religión;
Obrero porque se identifica con las personas que cada mañana se levantan para ganarse
honradamente el sustento (sean autónomos, asalariados o funcionarios) ; Español porque
toda la diversidad que tiene el territorio nacional cabe dentro de un modelo socialista de
España, universal y respetuoso con todos los ciudadanos pero sin exclusiones o diferencias,
un modelo solidario y equitativo.
En nuestro municipio, el Gobierno Municipal se mantiene a duras penas. Intentando
tener visibilidad gracias a la inercia de proyectos iniciados en anteriores legislaturas.
Administrando a golpe de modificaciones de crédito que no vienen a evidenciar otra cosa
que el error contumaz que supuso dejar en un cajón el plan económico financiero en curso
que estaba proporcionando solvencia a las cuentas municipales. Y, sobretodo, dando la
espalda a los retos más importantes de nuestro municipio: el Instituto (que antes se exigía
y ahora se elude), la Seguridad Ciudadana (se iba a implantar el servicio 24 horas en la Policía
Local), las comunicaciones con Zaragoza (frecuencias de autobuses) y así una larga lista
de incumplimientos de promesas electorales. Tras las elecciones, nuestra Alcaldesa tenía
una decisión que tomar: ser Alcaldesa de La Puebla de Alfindén o Diputada en Cortes. Un
año después juzguen ustedes por sí mismos cuál fue su decisión, miren a nuestro municipio
y a sus necesidades más imperiosas…y emitan su propio veredicto.